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Llega diciembre con su alegría...

Y con sus altas tasas de cesáreas (aún más), inducciones “fallidas” y aumento en el nivel de intervenciones innecesarias para acelerar (aún más) los tiempos de los nacimientos y acomodar las agendas, nadie quiere estar el 24 de diciembre o el 31 sin saber si va a poder celebrar o no con su familia…

Llega diciembre con su alegría y se llenan (aún más) las neos con bebés con dificultades producto de partos muy intervenidos y cesáreas innecesarias. Y de bebés prematurxs sacadxs antes de tiempo por razones tan absurdas como vueltas de cordón, bebé grande, semana 38 y sin indicios de trabajo de parto, mujer muy chica o muy grande, “para que vas a pasar por el dolor del parto si total con un tajito estamos todxs felices y tranquilxs” y todo el repertorio que a estas alturas ya conocemos bien,  todo por un feriado, unas vacaciones, una cena de fin de año.

Llega diciembre y todxs tienen más prisa de la habitual y más compromisos que demandan su valioso tiempo, por lo que esperar un nacimiento se hace (aún más) inviable.

Llega diciembre y lo único que no celebramos de manera real y concreta son nacimientos libres y respetados, la única alegría que brilla por su ausencia es la de parir a tu hijx en un nacimiento fisiológico y poderoso que preserve y garantice los tiempos, el bienestar y los derechos de la díada. Llega diciembre y en las instituciones todo es cierre y prisas como si la vida tuviera que acoplarse a calendarios y fechas especiales.

Por ir a conmemorar el nacimiento de alguien que ni siquiera sabemos si nació ese día, la gran mayoría de bebés que nacen en diciembre serán (aún más) apuradxs e invadidxs. Por ir a abrazarnos el 31 de diciembre y darnos el feliz año, miles de niñxs y mujeres perderán la posibilidad de celebrar la vida  nueva con toda la potencia e intensidad que amerita y serán tratadxs solo como el nacimiento que hay que sacarse de encima para llegar a las uvas…

Los nacimientos no tienen fecha de caducidad, llegar a la semana 40 no significa que es un embarazado vencido que hay que terminar, como tampoco lo es estar x horas en trabajo de parto o tantas otras en el expulsivo. Los protocolos de tiempos, horas y fechas determinadas no están hechos pensando en el bienestar de la díada, o para cuidarnos, tan solo son una manera de masificar y controlar algo tan único, irrepetible y poderoso como un nacimiento, porque siempre será más fácil saber a qué hora me voy a casa que esperar con paciencia y asombro la llegada de la vida nueva.

Ninguna intervención, ni la más invasiva, ni la más aparentemente inocente, que se realice solo para apurar un parto y que  se produzca en “tiempo y forma” es necesaria y mucho menos saludable, no es por “nuestro bien o el de nuestra criatura”. Lo que realmente necesita un bebé es un nacimiento donde el cuerpo de su madre, el suyo  y el proceso mismo sea respetado y acompañado sin intervenciones, ni invasiones innecesarias; llegar a este lado de la vida en total respeto por cada segundo de su recién estrenada condición, sin cortes, sondas, separaciones, pinchazos que hagan de su nacimiento un trámite y una tortura.

Llega diciembre y es momento de celebrar el nacimiento y la vida (año) que comienza, pero la concreta, la que tiene lugar aquí y ahora, no la que conmemoramos con arbolito y papá Noel, mientras las mujeres y bebés están naciendo/pariendo en condiciones hostiles que atentan contra su poder, vitalidad y bienestar solo para poder llegar al brindis.


Todos los días son maravillosas oportunidades para celebrar la vida y hacer de cada nacimiento un rito de pasaje de poder, placer y respeto, pero ya que en diciembre nos vamos a llenar la boca de felicitaciones y buenos deseos para el año que comienza por lo menos ser coherentes con la práctica cotidiana y propiciar nacimientos que sean una fiesta sagrada, un augurio de vida, amor, plenitud, respeto, placer y felicidad.

Comentarios

  1. Parirás con dolor...Esta maldición se puede evitar. Sólo que a veces es necesario sufrir el dolor de la incomprensión total por parte de las personas más cercanas y...atreverse a parir de otra manera apoyándose en personas no tan cercanas....

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