Estoy convencida de que el actual modelo de atención perinatal no es una expresión médica ni científica, sino que, por el contrario se trata de un asunto cultural y político. Esto significa que la realidad hegemónica en las salas de parto, no se debe a que falten avances médicos que hagan de estos procesos un evento más “amable”, ni que falte evidencia científica que demuestre que el actual modelo de atención intervencionista y ejecutor de violencia obstétrica es nocivo para la mujer, su hijx y su familia. Sino que sus bases se asientan en las creencias y paradigmas culturales que nos rigen y tiene un fuerte significado político, en tanto y en cuanto reproduce mecanismos de control sobre las mujeres y sus hijxs y evidencian como socialmente aún se pone sistemáticamente en duda la capacidad de las mujeres de ejercer nuestra autonomía y soberanía. El mensaje subyacente de la atención perinatal hegemónica es que las mujeres seguimos siendo objetos y no sujetas de derechos y por ende
Por Violeta Osorio Miente, miente que algo queda... Es muy común escuchar a profesionales, en especial obstetras y parterxs que asisten en institución decir que conocen innumerables casos trágicos de traslados de partos planificados en domicilio, en los que ante complicaciones muy graves lxs profesionales que asisten en domicilio no han tenido mejor idea que "tirar a la mujer en la puerta de la institución para que les resuelvan el problema". Este discurso lo repiten cual loros tanto aquellxs profesionales con muchos años de experiencia como residentes que recién empiezan e incluso algunxs que están recién haciendo prácticas: "Todo muy lindo con el parto en casa, pero si hubieran visto el 10% de los incontables casos que he visto yo en los que madre e hijx llegan en pésimas condiciones y quedaron con secuelas de por vida se les quitaría el capricho". Por supuesto algunos casos pueden darse, tanto porque las imponderables existen aunque se tomen todos